La empatía es la capacidad que tenemos los seres humanos para ponernos en el lugar de «el otro», de ponernos en su piel, de comprender de esta manera sus temores, sus necesidades, sus expectativas. No se trata de sentir lo que siente el otro, pero sí de comprender lo que siente. La empatía es nuestro radar social, sin ella difícilmente podramos interpretar las necesidades de los demás.
Difícilmente se pueda ser solidario sin ser empático. Difícilmente se pueda luchar contra la injusticia, el hambre y la desigualdad sin tener empatía.
Sólo si careces de empatía puedes ignorar catástrofes humanitarias como la que en este momento ataca a la zona del «Cuerno de África». Sólo si careces de empatía puedes ser un líder mundial, un líder de los países y grupos de poder que controlan el mundo y haber ignorado los avisos, alertas y finalmente gritos desesperados de quienes luchan contra el hambre. Porque un campamento con 400.000 hambrientos no aparece de la noche a la mañana, sólo si careces de empatía puedes permitirlo. Sólo si careces de empatía puedes destinar más dinero y esfuerzos a proteger a los barcos extranjeros que van a pescar a las costas de Somalia y combatir a los «piratas somalíes» (porque en el siglo XXI los que van a expoliar recursos naturales ajenos aprovechando que no hay un Estado que controle y limite ya no se llaman piratas) que a terminar con el hambre en esa misma tierra, y defender un sistema económico mundial basado en la depredación y el despilfarro.
Leyendo hoy las noticias, que en resumen dicen que los de la FAO se reunieron y no hay mucho que hayan podido hacer más que rogar que los líderes mundiales se tomen en esto en serio y a ver si en la reunión de mañana 27 de julio se puede tomar alguna medida concreta y más contundente… me acordé de esto que decía Federico García Lorca, que sí tenía empatía:
“El mundo está detenido ante el hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el mundo no piensa. Yo lo tengo visto. Van dos hombres por la orilla de un río. Uno es rico, otro es pobre. Uno lleva la barriga llena, y el otro pone sucio el aire con sus bostezos. Y el rico dice: ‘¡Oh, qué barca más linda se ve por el agua! Mire, mire usted el lirio que florece en la orilla’. Y el pobre reza: ‘Tengo hambre, no veo nada. Tengo hambre, mucha hambre’. Natural. El día que el hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la humanidad. [Entrevista en La Voz, Madrid, 7 de abril de 1936].
Imposible ser existencialista frente a esta realidad en la que hablar de libre albedrío es un mal chiste.
Los que mandan necesitan empatía, imperiosamente. No todos tienen esa capacidad naturalmente, pero también puede adquirirse y entrenarse. Lo que pasa es que el hambre de África no espera. La solución no se necesita para mañana, más bien se necesita para ayer. Y difícilmente puedan encontrar estos líderes una solución si son incapaces de empatizar con quienes se están muriendo de hambre.
Por eso propongo que la reunión de mañana 27 de julio no se haga. Que se postergue cinco días. Cinco días en los que aquellos que tienen que tomar las decisiones dejarán sus alojamientos y comidas de lujo, y los pasarán sin probar alimento, sin baño, y con sólo medio litro de agua sucia para beber. Recién después, y en esas condiciones, podrán reunirse para encontrar soluciones al hambre de África.
Empatía Express, se le podría llamar.
Gracias María Claudia. Tu artículo no lo leerán los líderes mundiales, a ellos no les importa nada que no sean sus camisas de seda, sus trajes de diseñador, sus elegantes reuniones. Pero uno que otro loquito que anda suelto por este mundo si cree en la empatía. No desperdiciemos la comida, compartamos lo que podamos dar. Al menos eso será un inicio…saludos, y gracias por lo que escribiste.
Gracias a ti Pedro por tus palabras. Un abrazo.
Me apunto a la huelga.
Todo ser humano necesita de comida, agua, comida y un refugio. Me produce dolor más aún al saber que no todos los seres humanos se ponen en el lugar del «otro/a». Ciertamente, ser existencialista en los tiempos de hoy es para cuestionarse el «librealbedrío» que vd Doña María Claudia Cambi expone en su texto, porque a ver quién es el listo de Grupo que se pone en el lugar de las miles de somalíes que se ven obligadas a abandonar a sus hijos en medio del desierto por no tener ni una migaja que llevarse a la boca. como siempre que la leo, muy lúcida en sus planteamientos, pues son materia delicada para las personas solidarias que ven más allá de la puerta de su casas. Un abrazo a todos/as. Termino con un ¡Ay!.. Besos, compa.
Gracias hermana. Por las noticias que he escuchado hoy, creo que vamos a tener que obligar a «huelga» de hambre a muchos dirigentes.
Gracias por este artículo !También pienso que la falta de empatía se traduce en indiferencia y frialdad respecto al sufrimiento de los otros y que es el orígen de muchas injusticias. Apoyo tu propuesta respecto a los líderes mundiales, los ayudaría mucho a sensibilizarse, superar la pasividad y a evitar catástrofes humanas como la de Somalia…
Gracias a ti Nena, a este paso creo que la propuesta más que un recurso dialéctico tendrá que ser un recurso de lucha. Un abrazo.
…..los lideres mundiales solo se preocupan de sus electores…..prefieren no perder votos a destinar parte de los impuestos a nutrir niños que a cambio solo sobreviviran….el homus estupidus prefiere conducir A 120…..aumentar la velocidad de circulacion….eso si concierne a las masas que votaran mayoritariamente a Rajoy……
Buena reflexión querido Robi, no son cosas ajenas las que planteas. Un besazo.
“EL AGUA DE MAR CURA LA DESNUTRICIÓN”. Vídeo de 4′ sobre las propiedades del agua de mar y entrevista con Laureano Domínguez, investigador colombiano e impulsor de dispensarios marinos
Creo que seria interesante mirar esto puede ser una salida para Somalia
Interesante de verdad Janina. Y es que muchas veces -la mayoría- la solución no está en el dinero, sino en tener primero que todo voluntad de hacerlo. Un abrazo.
Pues, querida amiga, toda la clase política y empresarial de este asqueroso mundo occidental debe adolecer de absoluta carencia empática, porque se reparten billones de euros para salvar sus negocios mientras anuncian como un fortunón la miseria de 350 millones para parchear una situación de hambre extrema enquistada. Los ciudadanos tenemos la obligación de voltear esta miseria humana que nos mata a este lado.
http://casaquerida.com/2011/07/26/las-ideas-matan-pero-engordan/
Suscribo tus palabras íntegramente, amigo Tinejo. Un abrazo.
Apoyo la propuesta respecto a los líderes mundiales, tienen en su mano todas las soluciones a este problema y siguen postergando decisiones que no pueden postergarse ni un minuto porque de ese tiempo depende la vida de miles de hombres.
Pero todos somos culpables desde el momento que permitimos que ellos estén en el poder. La humanidad se tiene que unir para ganarle al hambre de comida de tantas personas y al hambre de poder de unos pocos
Pues sí María, la reflexión es nada más que un paso necesario para después actuar. Un abrazo.